Una emergencia financiera es una situación que genera mucho estrés. Si enfrenta pagos de préstamos, gastos médicos o costos de reparación que simplemente no puede pagar, quizás se sienta desamparado e inseguro sin saber qué hacer. Aunque no es fácil resolver este tipo de situación, existen algunas opciones que puede considerar:

Use sus ahorros para emergencias.

Una buena meta consiste en tener ahorros para emergencias de, por lo menos, un monto equivalente a entre 3 y 6 meses de gastos diarios. Cuando tenga que retirar dinero de este fondo, es importante comenzar a restablecerlo inmediatamente.

Use el crédito disponible en forma responsable.

Mire el crédito que tiene disponible. Cuando use su crédito disponible, asegúrese de tener un plan para pagar la deuda.

Pida una donación o un préstamo a alguien cercano.

Si decide pedir un préstamo a sus seres queridos, considere firmar un contrato de préstamo personal que detalle los aspectos básicos del préstamo, como el monto y cuándo y cómo se pagará. Si necesita ayuda para redactar su contrato, hay formularios de pagarés gratis disponibles en Internet. Un donativo podría ser una opción, aunque existen límites antes de que se apliquen impuestos; consulte a un profesional en impuestos para obtener más detalles.

Solicite una tarjeta de crédito.

Si tiene un déficit de dinero a corto plazo, solicitar una tarjeta de crédito podría ser una opción viable. Si decide tomar este camino, asegúrese de encontrar una tarjeta que se ajuste a sus necesidades y tenga un plan de pago que sepa que puede cumplir.

Solicite un préstamo.

Si tiene una relación con un banco, podría pensar en solicitar un préstamo personal, que podría tener una tasa más asequible que las tarjetas de crédito. Para cualquier opción que esté considerando, verifique la tasa de interés, los cargos y los plazos, así como también su capacidad para cumplir con los pagos de la deuda.

Una vez que supere esta situación, asegúrese de establecer un fondo para emergencias en el que guarde fondos únicamente para emergencias financieras. Esto le ayudará a asegurarse de tener un colchón financiero para la próxima vez que lo necesite.